Francisco Aguirre Leo
Académico de Economía Energética y socio de Electroconsultores Ltda.
La gran virtud de las interconexiónes eléctricas está en las economías que provoca, acercando centros de consumo con aquellos de oferta competitiva permitiendo intercambios energéticos entre polos de alta disponibilidad con los de bajo recurso local, pero muchas veces alto consumo. Ejemplo de ello es nuestra región metropolitana y vecinas, con cerca de 40% de la demanda eléctrica nacional.
Entre países desarrollados existen fuertes interconexiones energéticas en general, y eléctricas en particular, que han operado con todas sus ventajas, incluso en ocasiones como es el caso de los transportes de gas natural desde europa oriental hacia la occidental en pleno conflicto mundial. Otro caso es el de la industria nuclear francesa, que apoya a Europa y países que por presiones sociales se desnuclearizan, pero paradójicamente aumentando sus importaciones desde Francia. Todo lo anterior a través de redes energéticas enmalladas que con redundancia dan seguridad a las demandas siempre crecientes con producciones que pueden tener orígenes diversos.
En el contexto de lo anterior, un plan de interconexiones como el que estaría promoviendo USA y que gradualmente cubran america latina es atractivo, ya que su logro permitiría intercambiar energéticos de distinta especie según sean las abundancias zonales localizadas en distintos países. La idea no es nueva, pues estos intentos ya tienen larga data, como es el caso del proyecto de interconexión del itsmo centroamericano, que después de mas de 30 años de concebido acaba de completarse por 1300 Km. desde Guatemala hasta Panamá en 2013, funcionando mediante el llamado Mercado Eléctrico Regional, MER, que regula operación y precios. Hay también una interconexión de este al norte con Mejico y en futuro próximo por el sur con Colombia. Más hacia el sur, está la constitución del Sistema de Interconexión Eléctrica Andina, SINEA, que desde el MER proyecta cruzar por Ecuador y Peru para llegar a Chile. También han existido intentos y análisis exploratorios de concretar interconexiones Chile-Bolivia-Argentina-Paraguay-Brasil, promovidas por Chile hace 10 años para swaps de electricidad basadas en gas natural occidental e hidroelectricidad de oriente.
Como comentario final, un escenario de interconexión total en LA es un desafío de muy largo plazo que exige promover coherencia de normativas, regulaciones económicas internacionales y, en lo principal, convicción interna en cada país. En efecto, Chile tendría que aportar sus recursos naturales ventajosos, por ejemplo hidroelectridad austral, que exigiría disponer de un potente Sistema Interconectado Nacional desde Aysen hasta la frontera norte, requisito que ya hemos visto ha sido de polémica larga discusión, la que también tiene que superar cada país integrante del desafío… Alguna vez se logrará …
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