Chile presenta debilidades energéticas hace ya varios años y los riesgos crecientes próximos imponen al gobierno entrante atención inmediata y una doble acción cuyos efectos, por una parte, se verán sobre sus propios cuatro años de gobierno y por otra trascenderá sobre gobiernos futuros. Así, caras nuevas deben contribuir a resolver esta exposición a mayores restricciones energéticas del país, originada en causas internas y externas que deben tenerse en consideración para su solución o al menos mitigación en estos próximos años. Debe aprenderse de los errores cometidos por autoridades anteriores, recientes y lejanas, y cuyas consecuencias hoy nos afectan. Por otra parte, para el largo plazo, urge una inmediata real discusión, definición y puesta en práctica de política energética que incorpore tanto la reconocida sabiduría y de larga data que exhibe nuestro país, como las innovaciones que muestran otras economias avanzadas y que orienten en conjunto las decisiones de desarrollo, que en este sector son de larga maduración y evitan improvisaciones en escenarios indeseados como los que hoy nos presionan. Para cumplir los desafíos serán las nuevas caras políticas y de confianza técnica del nuevo gobierno quienes deberán hacerse cargo en diversas entidades partícipes del ámbito energético y que deseo en parte enumerar. Como primer paso, los diseñadores del gobierno electo cambian la dependencia histórica de la CNE, que como organismo regulador del sector energía tenía del Ministerio de Economía, cuyas atribuciones legales siguen aplicando entonces sólo sobre la fijación de precios y tarifas. La innovación es traspasar ahora la dirección del Consejo de Ministros de CNE al Ministro de Minería, que ya desde 1978 tiene responsabilidad de actuación jurídica en todo acto administrativo de la CNE, que completa ministros de Hacienda, de Defensa, de Planificación y Secretaria de la Presidencia. Relevante es también la novedad ministerial de Medio Ambiente y los nombramientos de los Subsecretarios de las carteras relacionadas con energía y los de Secretario Ejecutivo de la CNE, del Superintendente de SEC, así como de las Gerencias de empresas relacionadas, principalmente ENAP con sus tareas pendientes en Geotermia y en GNL, o incluso como CODELCO, que representa nada menos que el 10% del consumo de electricidad nacional y es copropietario de una importante empresa generadora. En un complemento de esta columna comentaré sobre el período venidero que enfrentará el nuevo gobierno, que trae anuncios femeninos adicionales, como es La Niña para este mismo año y consiguiente potencial falta de agua que superpuesta a la de gas serán los primeros desafíos de los debutantes en cargos relacionados con energía.
Desafíos Energéticos del Nuevo Gobierno (Parte I)(Febrero 2006)
Francisco Aguirre Leo
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